jueves, 30 de abril de 2009

Helenismo bíblico (un clasiquito en tiempos de tribulación)


Vanidad de vanidades, dijo el Predicador; vanidad de vanidades, todo vanidad.
¿Qué provecho tiene el hombre de todo su trabajo con que se afana debajo del sol?
Generación va y generación viene: mas la tierra siempre permanece.
Y sale el sol, y pónese el sol, y con deseo vuelve a su lugar donde torna a nacer. El viento tira hacia el medio día, y rodea al norte; va girando de continuo, y a sus giros torna el viento de nuevo.
Los ríos todos van a la mar, y la mar no se hinche; al lugar de donde los ríos vinieron, allí tornan para correr de nuevo.
Todas las cosas andan en trabajo mas que el hombre pueda decir: ni los ojos viendo se hartan de ver, ni los oídos se hinchen de oír.
¿Qué es lo que fue? Lo mismo que será. ¿Qué es lo que ha sido hecho? Lo mismo que se hará: y nada hay nuevo debajo del sol.

Ecclesiastés 1; 2-9

martes, 28 de abril de 2009

La gripe porcina y el monstruoso poder de la gran industria pecuaria

Mike Davis
The Guardian

Mike Davis, cuyo libro El monstruo llama a nuestra puerta ( trad. María Julia Bertomeu, Ediciones El Viejo Topo, Barcelona, 2006) alertó lúcida y brillantemente del peligro de una gripe aviar pandémica de alcance mundial, explica ahora cómo la gran industria pecuaria globalizada ha sentado las bases para un más que preocupante brote de gripe porcina en México.


La gripe porcina mexicana, una quimera genética probablemente concebida en el cieno fecal de una gorrinera industrial, amenaza subitáneamente con una fiebre al mundo entero. Los brotes en la América del Norte revelan una infección que está viajando ya a mayor velocidad de la que viajó con la última cepa pandémica oficial, la gripe de Hong Kong en 1968.

Robándole protagonismo a nuestro último asesino oficial, el virus H5N1, este virus porcino representa una amenaza de ignota magnitud. Parece menos letal que el SARS [Síndrome Respiratorio Agudo, por sus siglas en inglés] en 2003, pero, como gripe, podría resultar más duradera que el SARS. Dado que las domesticadas gripes estacionales de tipo A matan nada menos que a un millón de personas al año, incluso un modesto incremento de virulencia, especialmente si va combinada con una elevada incidencia, podría producir una carnicería equivalente a una guerra importante.

Ello es que una de sus primeras víctimas ha sido la consoladora fe, inveteradamente predicada por la Organización Mundial de Salud (OMS), en la posibilidad de contener las pandemias con respuestas inmediatas de las burocracias sanitarias e independientemente de la calidad de la sanidad pública local. Desde las primeras muertes por H5N1 en 1997, en Hong Kong, la OMS, con el apoyo de la mayoría de administraciones nacionales de sanidad, ha promovido una estrategia centrada en la identificación y el aislamiento de una cepa pandémica en su radio local de brote, seguidos de una masiva administración de antivirales y –si disponibles— vacunas a la población.

Una legión de escépticos ha criticado ese enfoque de contrainsurgencia viral, señalando que los microbios pueden ahora volar alrededor del mundo –casi literalmente en el caso de la gripe aviar— mucho más rápidamente de lo que la OMS o los funcionarios locales puedan llegar a reaccionar al brote original. Esos expertos han observado también el carácter primitivo, y a menudo inexistente, de la vigilancia de la interfaz entre las enfermedades humanas y las animales. Pero el mito de una intervención audaz, preventiva (y barata) contra la gripe aviar ha resultado valiosísimo para la causa de los países ricos que, como los EEUU y el Reino Unido, prefieren invertir en sus propias líneas Maginot biológicas, antes que incrementar drásticamente la ayuda a los frentes epidémicos avanzados de ultramar. Tampoco ha tenido precio este mito para las grandes transnacionales farmacéuticas, enfrentadas en una guerra sin cuartel con las exigencias de los países en vía de desarrollo empeñados en exigir la producción pública de antivíricos genéricos clave como el Tamiflu patentado por Roche.

La versión de la OMS y de los centros de control de enfermedades, de acuerdo con a cual ya se está preparado para una pandemia, sin mayor necesidad de nuevas inversiones masivas en vigilancia, infraestructura científica y regulatoria, salud pública básica y acceso global a fármacos vitales, será ahora decisivamente puesta a prueba por la gripe porcina, y tal vez averigüemos que pertenece a la misma categoría de gestión “ponzificada” del riesgo que los títulos y obligaciones de Madoff. No es tan difícil que falle el sistema de alertas, habida cuenta de que, sencillamente, no existe. Ni siquiera en la América del Norte y en la Unión Europea.

Tal vez no sea sorprendente que México carezca tanto de capacidad como de voluntad política para gestionar enfermedades avícolas y ganaderas, pero ocurre que la situación apenas es mejor al norte de la frontera, en donde la vigilancia se deshace en un desdichado mosaico de jurisdicciones estatales y las grandes empresas pecuarias se enfrentan a las regulaciones sanitarias con el mismo desprecio con que suelen tratar a los trabajadores y a los animales. Análogamente, una década entera de advertencias de los científicos fracasó en punto a garantizar transferencias de sofisticada tecnología viral experimental a los países situados en las rutas pandémicas más probables. México cuenta con expertos sanitarios de reputación mundial, pero tiene que enviar las muestras a un laboratorio de Winnipeg para descifrar el genoma de la cepa. Así se ha perdido toda una semana.

Pero nadie menos alerta que las autoridades de control de enfermedades en Atlanta. De acuerdo con el Washington Post, el CDC [siglas en inglés del Centro de Control de Enfermedades, radicado en Atlanta; T.] no se percató del brote hasta seis días después de que México hubiera empezado a imponer medidas de urgencia. No hay excusa que valga. Lo paradójico de esta gripe porcina es que, aun si totalmente inesperada, había sido ya pronosticada con gran precisión. Hace seis años, la revista Science consagró un artículo importante a poner en evidencia que, “tras años de estabilidad, el virus de la gripe porcina de la América del Norte ha dado un salto evolutivo vertiginoso”.

Desde su identificación durante la Gran Depresión, el virus H1N1 de la gripe porcina sólo había experimentado una ligera deriva desde su genoma original. Luego, en 1998, una cepa muy patógena comenzó a diezmar puercas en una granja de Carolina del Norte, y empezaron a surgir nuevas y más virulentas versiones año tras año, incluida una variante del H1N1 que contenía los genes internos del H3N2 (causante de la otra gripe de tipo A que se contagia entre humanos).

Los investigadores entrevistados por Science se mostraban preocupados por la posibilidad de que uno de esos híbridos pudiera llegar a convertirse en un virus de gripe humana –se cree que las pandemias de 1957 y de 1968 fueron causadas por una mezcla de genes aviares y humanos fraguada en el interior de organismos porcinos—, y urgían a la creación de un sistema oficial de vigilancia para la gripe porcina: admonición, huelga decirlo, a la que prestó oídos sordos un Washington dispuesto entonces a tirar miles de millones de dólares por el sumidero de las fantasías bioterroristas.

¿Qué provocó tal aceleración en la evolución de la gripe porcina? Hace mucho que los virólogos están convencidos de que el sistema de agricultura intensiva de la China meridional es el principal vector de la mutación gripal: tanto de la “deriva” estacional como del episódico “intercambio” genómico. Pero la industrialización granempresarial de la producción pecuaria ha roto el monopolio natural de China en la evolución de la gripe. El sector pecuario se ha visto transformado en estas últimas décadas en algo que se parece más a la industria petroquímica que a la feliz granja familiar que pintan los libros de texto en la escuela.

En 1965, por ejemplo, había en los EEUU 53 millones de cerdos repartidos entre más de un millón de granjas; hoy, 65 millones de cerdos se concentran en 65.000 instalaciones. Eso ha significado pasar de las anticuadas pocilgas a ciclópeos infiernos fecales en los que, entre estiércol y bajo un calor sofocante, prestos a intercambiar agentes patógenos a la velocidad del rayo, se hacinan decenas de millares de animales con más que debilitados sistemas inmunitarios.

El año pasado, una comisión convocada por el Pew Research Center publicó un informe sobre la “producción animal en granjas industriales”, en donde se destacaba el agudo peligro de que “la continua circulación de virus (…) característica de enormes piaras, rebaños o hatos incremente las oportunidades de aparición de nuevos virus por episodios de mutación o de recombinación que podrían generar virus más eficientes en la transmisión entre humanos”. La comisión alertó también de que el promiscuo uso de antibióticos en las factorías porcinas –más barato que en ambientes humanos— estaba propiciando el auge de infecciones estafílocóquicas resistentes, mientras que los vertidos residuales generaban brotes de e scherichia coli y de pfiesteria (el protozoo que mató a mil millones de peces en los estuarios de Carolina y contagió a docenas de pescadores).

Cualquier mejora en la ecología de este nuevo agente patógeno tendría que enfrentarse con el monstruoso poder de los grandes conglomerados empresariales avícolas y ganaderos, como Smithfield Farms (porcino y vacuno) y Tyson (pollos). La comisión habló de una obstrucción sistemática de sus investigaciones por parte de las grandes empresas, incluidas unas nada recatadas amenazas de suprimir la financiación de los investigadores que cooperaran con la comisión.

Se trata de una industria muy globalizada y con influencias políticas. Así como el gigante avícola Charoen Pokphand, radicado en Bangkok, fue capaz de desbaratar las investigaciones sobre su papel en la propagación de la gripe aviar en el sureste asiático, es lo más probable que la epidemiología forense del brote de gripe porcina se dé de bruces contra la pétrea muralla de la industria del cerdo.

Eso no quiere decir que no vaya a encontrarse nunca una acusadora pistola humeante: ya corre el rumor en la prensa mexicana de un epicentro de la gripe situado en torno a una gigantesca filial de Smithfield en el estado de Veracruz. Pero lo más importante –sobre todo por la persistente amenaza del virus H5N1— es el bosque, no los árboles: la fracasada estrategia antipandémica de la OMS, el progresivo deterioro de la salud pública mundial, la mordaza aplicada por las grandes transnacionales farmacéuticas a medicamentos vitales y la catástrofe planetaria que es una producción pecuaria industrializada y ecológicamente desquiciada.

Mike Davis es miembro del Consejo Editorial de SINPERMISO . Traducidos recientemente al castellano: su libro sobre la amenaza de la gripe aviar ( El monstruo llama a nuestra puerta , trad. María Julia Bertomeu, Ediciones El Viejo Topo, Barcelona, 2006), su libro sobre las Ciudades muertas (trad. Dina Khorasane, Marta Malo de Molina, Tatiana de la O y Mónica Cifuentes Zaro, Editorial Traficantes de sueños, Madrid, 2007) y su libro Los holocaustos de la era victoriana tardía (trad. Aitana Guia i Conca e Ivano Stocco, Ed. Universitat de València, Valencia, 2007). Sus libros más recientes son: In Praise of Barbarians: Essays against Empire (Haymarket Books, 2008) and Buda's Wagon: A Brief History of the Car Bomb (Verso, 2007; traducción castellana de Jordi Mundó en la editorial El Viejo Topo, Barcelona, 2009)..

Traducción para www.sinpermiso.info : Marta Domènech y María Julia Bertomeu
Tomado de: rebelion

viernes, 17 de abril de 2009

Salomé


Anoche fuimos la macha y yo a ver Salomé. Obra de Oscar Wilde dirigida por Luis Carlos Vásquez y presentada en La Aduana.

La obra
La obra es una tragedia en la que Wilde reversiona la historia bíblica de la decapitación del Bautista. En esta, más que las instigaciones de Herodías, esposa adúltera de Herodes y madre de Salomé, es el amor obsesivo de la segunda hacia Iokanán (Juan el Bautista) lo que la mueve a solicitar la cabeza del bautista a cambio de un baile tipo strip tease, o sea, la muchacha por despecho manda a matar a Juancito. Es una obra de orden simbólico, ahí está el ángel negro de la muerte revoloteando por todo el escenario, la luna roja en un cielo oscuro y una serie de malos augurios entrelazados en diálogos extenuantes del tipo: -“Qué extraña está la luna, pálida como la mano de una muerta, como la cal de los cementerios”- y así en una seguidilla de símiles que me suda el sobaco. Wilde es maravilloso con las agudezas de Lord Henry, o en sus comedias sardónicas que ya sabemos. Parece que en su época tuvo inconvenientes con la censura para poner esta obra en escena y donde la puso, las críticas favorables tenían más que ver con la figura de Wilde que con la obra en sí.

Puesta en escena
Ojo que yo, antes que crítico de teatro mejor me dedico a comer maní. Sin embargo les voy a contar lo que nos pareció la puesta en escena de este señor Vásquez. Por momentos a la obra le cuesta mantener la atención, en el sentido de que hay varias acciones, digamos importantes, sucediendo al mismo tiempo en sitios distintos del escenario por lo que uno no sabe adonde poner los ojos, sobre todo porque mucho del simbolismo del que hablaba está puesto en los gestos de los personajes que en ese momento no están en escena, o sea están en silencio, fuera de foco, pa’ usar términos del cine. Otras igual solo que la acción que va hilando la narración sufre de otras que distraen al público. Las coreografías, a cargo de Humberto Canessa, a veces también resultan en factores de distracción y como que dejan la sensación de estar de relleno. Hay un uso más bien pobre de un proyector, desde el cual al principio, como en el cine, sale el título de la obra en letras de fuego, luego solo se usa para proyectar la luna y al final para pasar unos chorretes de sangre que me parece más bien le quitan peso al resto de elementos bien jalados, como el vestuario y la escenografía. Será que soy un cavernícola, pero la luna hubiese estado mejor si se bretea con cambios de luces y esas cosas.
Los actores en general convencen, sin embargo el personaje mejor jalado es el de Herodes Antipas que interpreta un señor, Rodrigo Durán Bunster. En él se representa el poder absoluto en un aura de embriaguez embrutecida y de desahucio. Herodes cambia de estados anímicos constantemente porque él así lo decide, porque puede hacerlo. Tiene también la ingenuidad de los poderosos, en un momento manda a prohibir que ese tal mesías (jesús) ande por ahí resucitando muertos, que está bien que cure a los leprosos y a los ciegos, pero que de ninguna manera resucite muertos, sería terrible que volvieran los muertos, se dice con temor. Estos, claro, son virtudes de los diálogos de Wilde, que también tiene sus juegos paradójicos: ¿Por qué he dado mi palabra? Los reyes no deben dar su palabra, es funesto si no la cumplen, y mucho peor cuando lo hacen- se dice Herodes luego de la petición de Salomé.

Rocío Carranza
No hay que ser mojigato, uno de las motivaciones para ir a ver la obra fue el tan anunciado desnudo de Rocío Carranza (está buena la muchacha). Lamentablemente, ya viendo la obra parece que esa fue también la intención del director. La actuación de ella es flojita al principio, repite partes del diálogo, o sea que olvida otras, además hay que acostumbrarse al timbre de su voz que es como un chirrido de metales. Sin embargo conforme va avanzando el asunto como que va entrando en calor y si se notan sus habilidades de actriz. El personaje de Salomé representa la sensualidad y el capricho. Su capricho es besar los labios de Iokanán y su sensualidad el medio que le permite agenciarse tal capricho. El momento en que Salomé le exige a Herodes que cumpla su promesa luego del baile (Herodes teme a Iokanán) es un momento de mucha tensión que sin dudad es dada en su totalidad por la actuación de Rocío. El personaje está poseído por su amor obsesivo que se ha tornado en odio (menudo culebrón). Una vez le traen la cabeza del bautista ella danza con esta en frenesí y besa su boca. Tu boca es amarga Iokanán, he besado tu boca, quizá el amor sea amargo… pero ya que importa.

El desnudo
Rocío logra momentos de morbo y sensualidad que van definiendo al personaje durante la obra, con gestos, y roces de manos por sus senos y su entrepierna. Al final del famoso baile de los siete velos termina en un desnudo frontal completo de escasos segundos que se siente forzado (esto ya es cosa del director, no de Rocío), no tiene el menor peso dramático y es prontamente cubierto por un grupo de bailarinas cuya única función en le escena es esa, tapar la desnudez del personaje. Por eso digo que el desnudo me parece un artilugio que sobra, quizá un topless hubiese estado más acorde dentro de esta puesta en escena en particular.
Claro esto es pensando la obra como un todo coherente, porque de que el desnudo se disfruta se disfruta. Está muy guapa la Rocío, tiene un culito blanco de lujo que cuando baila dilata las pupilas.

Igual fue una noche bonita de verano, hace mucho no íbamos al teatro, después nos fuimos a comer una pizzita y a comentar un poco de lo que aquí he puesto y todo bien.

jueves, 16 de abril de 2009

Una de piratas



Otro de los mejores cuentos en canción. Con estos piratas de Serrat, el de Joaquinito sí que se queda cojo de las tres patas. Una canción atlántica. Una canción de amor, llena de motivos más bien románticos, eso nos gusta de Serrat, no?


Todos los piratas tienen
un temible bergantín,
con diez cañones por banda
y medio plano de un botín
que enterraron a la orilla
de una playa en las Antillas.

Todos los piratas tienen
un lorito que habla en francés
al que relatan el glosario
de una historia que no es,
la que cuentan del corsario
ni tampoco lo contrario.

Por un “quítame esas pajas”
te pasan por la quilla,
pero en el fondo son unos sentimentales
que se graban en la piel
a la reina del burdel
y se la llevan puesta a recorrer los mares.

Marchando… ¡una de piratas!
Larga vida y gloria eterna,
para hincarles de rodillas
hay que cortarles las piernas.

Todos los piratas tienen
atropellos que aclarar,
deudas pendientes y asuntos
de los que mejor no hablar;
se beben la vida de un trago
y se ríen con descaro.

Hasta que un día temblando,
en la popa de un velero
la encuentran y, traicionando
la ley del filibustero,
no reclaman el rescate
y rehúyen el combate.

Cuando los piratas son hombres enamorados
de una piel que huele a jazmines, rompen promesas
con sus hermanos de ayer
y huyen al amanecer
rumbo a un puerto que aún no ha puesto precio a su cabeza

Marchando… ¡una de piratas!
Nadie doblego su espada
y bastó una mujer hermosa
para costarles las alas.

No hay historia de piratas
que tenga un final feliz
ni ellos ni la censura
lo podían permitir:
por la espalda en una esquina
gente a sueldo los asesina.

domingo, 12 de abril de 2009

Impresiones de Junquillal



Mucho se dice que estamos perdiendo Guanacaste, y que el turismo y que los pinches gringos y que todo is in english. Que pasa, pasa. Pero que se puede ir, también se puede. Una fotico como invitación.

jueves, 2 de abril de 2009

Habana forward

A: Abel Prieto
Ministro de Cultura de Cuba

-I-

Escribimos esta carta cuestionando su cargo y la moral del gobierno cubano que resulta ser cada vez más falsa por lo que hemos podido apreciar a raíz de una serie de comentarios que hemos recibido mediante correo electrónico, después de realizar las primeras presentaciones de la Obra-Catalogo # 1, realizada para circular por internet durante la Bienal de La Habana. Comprobamos que evidentemente ha sido interceptada por la seguridad del estado de Cuba.

Ya usted debe conocer las intenciones conceptuales de la misma. En ella proponemos un análisis de la producción simbólica contemporánea del país, mostrándola como el resultado de las relaciones de poder con respecto al gobierno cubano, que al censurar, cuestionar y destruir determinadas propuestas de arte, mucho más coherentes y mucho más auténticas en sus relaciones contextuales reales que las propuestas que son aprobadas oficialmente por el régimen, lo que se promueve como arte cubano contemporáneo, son solo aquellos proyectos que no presuponen posibles incisiones sobre los problemas culturales, sociales y políticos reales. Oficialmente solo se promueven las propuestas que no pretenden ir más lejos de meros análisis estéticos, referentes a características formales. La legitimación de estas, como únicas propuestas, muestran al mundo una imagen si no equivocada, cuando menos incompleta de lo que sucede en el campo de la cultura y del arte cubano actual.

Es decir, estas obras a las que la política cultural gubernamental de Cuba ofrece vía libre de realización y legitimación, no solo carecen de un análisis de su propia génesis como producto simbólico, capaz de establecer vínculos que representen los intereses reales de la cultura o de la producción de la cultura mediante el arte cubano actual, sino que ni siquiera establecen vínculos con su propia historia como producto cultural. Sin embargo son precisamente estas características las que convierten ese tipo de obras, en representativas de la incapacidad de las instituciones del gobierno, que mediante su proyección política sobre las instituciones culturales cubanas, pretenden legitimarlas como lo más representativo del arte cubano contemporáneo, mediante tales reconocimientos de lo típico de la producción artística nacional.

Pero la Obra-Catalogo # 1 es también una denuncia a los métodos de vigilancia y control que se realizan en Cuba con respecto a toda actividad cultural que se propongan realizar los intelectuales y artistas en la isla. Métodos que no solo cuentan con la labor de los agentes de la contra inteligencia, sino que usted, señor ministro, es uno de los principales colaboradores.

Precisamente esta obra ha sido interceptada y censurada, debido a la presencia de elementos que refieren directamente los condicionamientos socioculturales y políticos del arte cubano actual, razón que demuestra abiertamente cómo actúa esa política corrupta de la cual usted, es uno de los principales artífices, mediante la legitimación de propuestas enajenadas y la censura de otras obras que trata de negar, aunque continúen generándose pese a sus esfuerzos.

Supuestamente un Ministro de Cultura, tiene dentro de sus deberes el estudio y el análisis necesarios para comprender la producción cultural y artística de su país y contribuir a su divulgación en lugar de tacharla. Un Ministro de Cultura debe buscar soluciones eficaces para que las obras o acciones culturales consigan llegar a todos, para que se proyecten y se comprendan las complejas relaciones de significados que articulan la cultura y cuya riqueza no solo radica en la diversidad de proposiciones y puntos de vista, sino en la posibilidad de generar valores positivos, mediante una conciencia basada en la libertad de percibir y expresar el presente, en lugar buscar la reafirmación cultural en la historia, ya tan manipulada y en las posibles herencias ideológicas de la política actual de Cuba, mediante las manifestaciones más enajenadas del arte, esto, entre otras muchas cosas.

¿Cómo pretende que Cuba pueda ser un país culturalmente libre cuando usted mismo lleva a cabo las medidas de censura de una obra y cuando usted mismo lleva a cabo las medidas de desestimulo de los propios creadores y artistas cubanos, por el hecho de referirse a su realidad y por cuestionar los efectos políticos que inciden directamente sobre el campo del arte y la cultura?

¿Cómo cree que merezca respeto, cuando colabora directamente con los organismos represivos del gobierno, encargados de limitar la producción artística y cultural del país en que usted ejerce como Ministro de Cultura?

Usted es el dirigente de un ministerio que es en extremo corrupto, pero no solo por el tráfico de personas que sus trabajadores realizan constantemente y que son los mismos, que para firmar un trámite de viaje a cualquier artista, este les debe hacer un regalo de antemano, preferiblemente en metálico. Su institución no es corrupta solo porque implica que cuando se venda la obra de cualquier artista (preferiblemente emergente), este tenga que darle luego parte de su dinero a determinadas personas para que le sigan tramitando la venta de sus obras, incluso después de haberles tomado el 35 % como impuesto tributario. Su institución está degradada de antemano por la inmoralidad que recae sobre usted como su primer dirigente, está corrupta porque por encima de los valores artísticos y culturales de una obra de arte, coloca las prioridades y medidas políticas propias de las dictaduras totalitarias.

¿No le da vergüenza figurar en estos documentos - que aparecen en la Obra-Catalogo # 1- como colaborador de un aparato macabro destinado a perjudicar no solamente la profesionalidad sino también la vida personal de los propios artistas e intelectuales cubanos?

-II-

Mediante la presente, aclaro que ni mi esposa ni yo pertenecemos a grupo disidente alguno, ni recibimos dinero de nadie por hacer la Obra-Catalogo # 1 o por elaborar este tipo de cartas. Lo que hacemos es desde una posición bastante aislada del mundo de la política, ante todo somos artistas y hemos sido perjudicados por el sistema y sus métodos de confinamiento y control. El derecho a la libertad de expresión, contrariamente a lo que nos dijeron siempre, lo hemos tenido que buscar fuera de Cuba.

Defender la libertad de circulación de una obra no es politiquería, es el derecho de todo artista que cree en lo que hace, y que propone su obra como referente cultural, cosa que incluso ya hicieron muchos artistas de la post vanguardia, que mediante el activismo político-cultural lograron transformaciones reales en sistemas culturales con conflictos diversos.

En Cuba sucede una cosa que es realmente triste en sus artistas emergentes y que es provocada por una especie de desanimo o resignación –que un sociólogo podría explicar mejor que nosotros- que se basa en la idea de separar el arte de la política porque supuestamente esta no lleva a nada.

Nosotros recibimos algunos correos de compañeros nuestros como resultado de una carta dirigida a Rubén del Valle, donde algunos cuestionaban nuestros presupuestos como artistas y una posible relación hacia la política. Muchos estando verdaderamente confundidos nos comentaban que la política era oportunismo y que allá en Cuba todo eso era cosa del gobierno y que no deberían ser los intereses de un artista.

Nosotros preguntamos:

1-Luego de haber vivido en Cuba durante tanto tiempo ¿La política gubernamental de una cultura masificada y de un país culto -teniendo en cuenta ciertas estadísticas- ha tenido efectos positivos reales en los valores éticos y morales de la actitud de sus ciudadanos y creadores, valores que se reflejen en el comprometimiento y la sinceridad hacia los procesos de investigación y de trabajo, cualidad que caracteriza los verdaderos valores más allá de las cifras de educación que aparecen en las estadísticas?

2- ¿No muestran estos comentarios la repulsa que declaran muchos intelectuales y artistas, sobre la actitud panfletaria que produce la política del gobierno cubano, en cuanto a la construcción y divulgación de la cultura y el arte cubano actual? ¿No muestran estos comentarios un desanimo general que nubla incluso el juicio estético al tratar de separar el arte de la política, aunque la obra aborde como contexto conceptual la cultura de en un país como Cuba, politizado hasta el absurdo?

3- ¿No considera usted, un fracaso político para el gobierno de Cuba, que sus artistas e intelectuales luchen infructuosamente por desarraigar el arte de la política, porque les parece que la política no tiene ningún sentido?

Para nadie es secreto que prácticamente todo comentario favorable al gobierno, que sea realizado en Cuba por sus intelectuales y artistas tiene generalmente un carácter obligatorio. Estos documentos que forman parte de la Obra-Catalogo # 1, muestran esa realidad que usted censura.

Usted dijo una vez en pleno Período Especial, como respuesta a un cuestionamiento de Fidel Castro, que los artistas y escritores cubanos se quedaban fuera de Cuba por la falta de recursos inexistentes en el país para producir sus obras, alegando que no se trataba de una cuestión política sino simplemente económica.

Estos documentos muestran entre otras cosas, que muchos de los que se quedan no lo hacen por la ausencia de recursos, sino por la ausencia de libertad y la carencia de apertura por parte de los mecanismos oficiales hacia sus proyectos de arte.

Por otro lado, que los artista e intelectuales que residen en el extranjero no se queden definitivamente se debe al hecho de que el gobierno no es el país, como han querido asociar ambos términos, que difieren ampliamente en cuanto a significado y si no expresan actitudes más críticas en cuanto al sistema, es para que no se les niegue la entrada como a nosotros, o de aceptarla no tener problemas mayores una vez dentro.

III

Hace algún tiempo leí en un artículo publicado en el periódico Granma, un comentario sobre una actitud bastante manejada en el pensamiento de las sociedades contemporánea, señalaba a modo de denuncia entre las nuevas formas de censura que se promueven actualmente; la censura que se promueve mediante el silencio.

¡¡HIPÓCRITAS!!

¿Dónde está la respuesta a todas las cartas que enviamos al Consejo Nacional de las Artes Plásticas, a usted como Ministro de Cultura y al Comité Central? En ellas hacíamos un análisis detallado de algunas propuestas estéticas que habían sido excluidas de la octava y novena Bienal de La Habana, propuestas que ni siquiera corrieron la suerte de ser analizadas por los corruptos mediadores, supuestamente curadores, que constituían el Comité organizador de la Bienal sin carácter o criterio curatorial alguno.

Es mucho más fácil para ustedes no prestar atención a los asuntos reales, ya que de lo contrario tendrían que llevar a cabo grandes reestructuraciones dentro de este comité organizador de eventos culturales como la Bienal de La Habana. Sus organizadores, pasado el tiempo e intentando establecer otro tipo de relación, me pidieron dinero para permitirme llevar a cabo la nueva propuesta para la X Bienal (y puedo darle nombres y pruebas reales, tengo grabaciones de audio). Por supuesto no acepté tales proposiciones.

La respuesta que nunca recibí de usted a las cartas, la encontré en estos documentos que mostramos en la Obra-Catalogo # 1 que de ser leídos por los artistas que hoy participan en la X Bienal y de ser ellos honestos y optar por un criterio sincero, no participarían de un evento permeado de tales manipulaciones y orientado a fortalecer mecanismos de confinamiento, que implican el deterioro de su propia imagen como artistas, mediante su colaboración con la política exterior del gobierno y la falta de moral de un Ministerio de Cultura completamente corrupto.

Muchos son los intereses que se debaten en este evento, su consecuencia cada tres años es la asistencia de propuestas artísticas legitimadas por el sistema, que actúan como trasfondo de los propósitos reales del mismo. Estos documentos demuestran la manera en que estos artistas y curadores son sometidos a los intereses políticos del sistema incluso desde lo personal, al igual que los participantes tanto extranjeros como cubanos, controlados por las individualizadas estrategias de la seguridad del estado. Muestran como algunos artistas colaboran con el MININT a cambio de beneficios que todos conocemos y cómo son denegadas las presentaciones de otras obras en el evento, solo por la suposición o malinterpretación de supuestos contenidos político-ideológicos negativos, además de las medidas que se toman tanto en lo personal como en lo profesional con estos artistas, medidas que haremos notar en los últimos correos de la Obra-Catalogo.

Estas formas de censura reafirman una vez más la imposibilidad que tienen los que viven y trabajan en Cuba de tener acceso a una propuesta de arte como la Obra-Catalogo # 1 que muchos especialistas, artistas, curadores y público en general reconocen, a pesar de su negativa de que esta obra circule en Cuba.

Alejandro González y Yeny Casanueva

Uno de nuestros descubrimientos en el sur

Les introduzco al señor Roberto Fontanarrosa, en el III Congreso de la Lengua. El señor, un dibujante-humorista-escritor argentino que reflexiona sobre las malas palabras en la mesa de ponentes de la tercera jornada... no ocupan saber más, el resto se los dice él mismo en esta transcripción de un fragmento de la ponencia que les ofrezco... si tienen tiempo para leerla, fabuloso!!!! Si prefieren, dejo el enlace a Youtube, para que lo vean, se caga uno más de risa. Si pueden, lean y vean!!!!!!!!!


La internacionalización del español
Roberto Fontanarrosa
Escritor(Argentina)

Un Congreso de la Lengua, es más que todo, para plantearse preguntas. Yo como casi siempre hablo desde el desconocimiento, me pregunto por qué son malas las malas palabras, quién las define como tal. ¿Quién y por qué?, ¿quién dice qué tienen las malas palabras?, ¿o es que acaso les pegan las malas palabras a las buenas?, ¿son malas porque son de mala calidad?, o sea que ¿cuando uno las pronuncia se deterioran? o ¿cuando uno las utiliza, tienen actitudes reñidas con la moral?
Obviamente, no se quién las define como malas palabras, tal vez sean como esos villanos de viejas películas como las que nosotros veíamos, que en un principio eran buenos, pero que al final la sociedad los hizo malos.
Tal vez nosotros al marginarlas, las hemos derivado en palabras malas, lo que yo pienso es que brindan otros matices muchas de ellas. Yo soy fundamentalmente dibujante, con lo que uno se preguntará: ¿qué hace ese muchacho arriba del escenario? Manejo muy mal el color, por ejemplo, pero a través de eso sé que cuanto más matices tenga uno, más puede defenderse, para expresarse, para transmitir, para graficar algo, entonces, ¿hay palabras, palabras de las denominadas malas palabras que son irremplazables, por sonoridad, por fuerza, algunos incluso por contextura física de la palabra. No es lo mismo decir que una persona es tonta o zonza que decir que es un pelotudo. Tonto puede incluso incluir un problema de disminución neurológica realmente agresivo.
El secreto de la palabra pelotudo, ya universalizada —no sé si está en el diccionario de dudas—, está en que también puede hacer referencia a algo que tiene pelotas. Puede hacer referencia a algo que tiene pelotas que puede ser un utilero de fútbol que es un pelotudo porque traslada las pelotas; pero lo que digo, el secreto, la fuerza; está en la letra t. Analicémoslo —anoten las maestras—: está en la letra t, puesto que no es lo mismo decir zonzo que decir peloTUdo.
Otra cosa, hay una palabra maravillosa que en otros países está exenta de culpa —esa es otra particularidad, porque todos los países tienen malas palabras pero se ve que las leyes de algunos países protegen y en otros no—, hay una palabra maravillosa, decía, que es carajo. Yo tendría que recurrir a mi amigo y conocedor, Arturo Pérez Reverte, conocedor en cuanto a la navegación, porque tengo entendido que el carajo era el lugar donde se colocaba el vigía, en lo alto de los mástiles de los barcos para divisar tierra o lo que fuere, entonces mandar a una persona al carajo era estrictamente eso, mandarlo ahí arriba.
Amigos mexicanos con los que estuve cenando anoche me estuvieron enseñando una cantidad de malas palabras mexicanas. Ahora que lo pienso creo que me estaban insultando porque se suscitó un problema con la cuenta a la hora de pagar. Me explicaban, que las islas Carajo son unas islas que están en el océano Indico.
En España, el carajillo es el café con coñac y acá apareció como mala palabra, al punto que se llega a los eufemismos se decía caracho es de una debilidad absoluta y de una hipocresía... ¿no?
A veces hay periódicos que ponen: «El senador fulano de tal envío a la M a su par…». La triste función de esos puntos suspensivos, realmente el papel absurdo que están haciendo ahí, merecería también una discusión acá, en el Congreso de la Lengua.
Voy a ir cerrando, hay otra palabra que quiero apuntar que creo es fundamental en el idioma castellano, que es la palabra «mierda», que también es irremplazable. El secreto de la contextura física está en la r —anoten las docentes— porque es mucho más débil como lo dicen los cubanos: miELda, que suena a chino y eso —yo creo que ahí está la base de los problemas que ha tenido la Revolución cubana—, quita de posibilidades de expresiva.
Voy cerrando, después de este aporte medular que he hecho al lenguaje y al Congreso, lo que yo pido es que atendamos a esta condición terapéutica de las malas palabras. Mi psicoanalista dice que es imprescindible para descargarse, para dejar de lado el estrés y todo ese tipo de cosas. Lo único que yo pediría (no quiero hacer una teoría) es reconsiderar la situación de estas palabras. Pido una amnistía para la mayoría de ellas. Vivamos una navidad sin malas palabras e integrémoslas al lenguaje, que las vamos a necesitar.

Enlace en Youtube a la primera parte:

http://www.youtube.com/watch?v=ErGLhqYJOrk

miércoles, 1 de abril de 2009

Se fue cantando desafinao


Un chulo de suburbio, ostentoso y exagerado en sus maneras que en mi pobre imaginario de cuasi treintañero tiene la cara de Al Pacino y una putita ajada y ordinaria con piernas y culo de Jenifer López cuando todavía no era Jenifer López. Todo un fresco de los fines del siglo pasado cuando lo canallesco, que empezaba a podrirse, era redescubierto y todavía podía ennoblecerse sin tener que andar tanto de puntillas. Dos personajes a los que sin duda Hollywood sacó el jugo y presentó dentro de toda una parafernalia hueca y estereotipada. En todo caso nadie sugiere tanto sobre ellos como el Pedro Barrios y la Josefina Wilson del Pedro Navaja de Blades. Una de las mejores historias contadas en una canción escrita en español.

El Pedro Navaja, sospechaba yo, tenía su pie en otra canción: Mack the knife, que fue escrita en alemán por un fulano que se llamaba Bertold Brecht y musicalizada por un tal Kurt Weill y sabe Dios (Google) quién la tradujo al inglés, el caso es que en los cincuentas el negro Armstrong con su trompeta bien lustradita la cantó por todo el mundo y aquí hay una muestra. Mis sospechas las confirmó Marito Salazar cuando me habló de este vídeo de Blades en ustedtubo.
Mack the knife, siguiendo con el cine, tiene esa forma de contar que tiene el cine negro que de alguna manera esconde lo que se sabe a todas luces y ahí genera su trama y su supenso, nadie nunca sabe lo que todos saben:

Oh the shark has pretty teeth, dear
And he shows them pearly white,
Just a jack-knife has Macheath, yeah
And he keeps it out of sight

When the shark bites with his teeth, dear
Scarlet billows start to spread
Fancy gloves, though, wears Macheath
So there is not trace of red

On the sidewalk...sunday morning,
lies a body oozing life

Someone’s sneaking around the corner
is the someone Mack the knife?


From a tugboat by the river
a cement bag is drooping down

Yeah, the cement is just for the weight, dear
bet you Mack, he is back in town…

Volviendo a Pedro Navaja, este heredó los dientes que brillan y el cuchillo, además de cierta cadencia en su música. Y claro la retematización de la marginalidad urbana con la que los latinoamericanos inmigrantes en Estados Unidos se toparon y convirtieron en estrategia de sobrevivencia, y los latinoamericanos migrantes en Latinoamérica empezaban apenitas a conocer.

¿Una deuda de negocios? ¿Un amor mal pagado? ¿Por qué se precipitó Pedro a matar a la putita Josefina Wilson? No sabemos. Lo que sí sabemos es que el chulo que ponía a brillar su diente de oro en una sonrisa desafiante cuando pasaba la autoridad no estaba en na’ y matando con cuchillo lo mataron con pistola. Josefina tendría una actitud más cínica ante la vida, a ella no le dolía morirse y tuvo las última palabras, las definitivas. Pedrito cayó mudo en la acera. Y un borrachito contingente, que es como el bufón de las comedias de Shakespeare, es el que se pierde en una esquina con la plata, el revólver, el puñal y la puritica verdad sobre lo que le pasó a Pedro y a Josefina y que ha de contarla en alguna cantina mugrienta donde nosotros tampoco vamos a oírla.