domingo, 6 de junio de 2010

Yo no soy gay, mi novia sí


La convocatoria a un referéndum para decidir si son o no convenientes las uniones entre personas del mismo sexo, es un completo sin sentido. Lo que deja en claro es, en todo caso, el profundo temor que algunos sectores de la sociedad siguen abrigando dentro de sus corazas. Temor a lo no dicho y a lo no tocado; temor al encuentro con lo que diverge; temor a perder las falsas seguridades sobre las que algunos basan sus pobres castillitos de arena, y otros sus monumentales catedrales de poder de rancia alcurnia y dioses denigrados.

Dentro de lo que ha dado en llamarse un Estado de Derecho, este es un tema sobre el que no debería colgar ninguna duda una vez que estamos iniciando este re-profetizadísimo siglo XXI. El Estado tiene, dentro de sus responsabilidades últimas, justamente el ser resguardo y garantía de los derechos de las personas; es decir, el Estado no debería tener que consultar estas cosas, así como una sociedad cuya auto-imagen es la de una sociedad solidaria y hermanable, debería estar más cercana a las actitudes y convicciones que promueven el libre y gozoso desarrollo de sus pares. El Estado no otorga derechos, sino que debe reconocerlos formalmente ahí donde estos están subestimados.

La escandalosa mayoría tampoco tiene decisión ni competencia sobre los derechos humanos e individuales. Los prejuicios de muchos no deben ser consuelo de nadie. Legislar a favor de los derechos y responsabilidades que la comunidad homosexual del país exige se les reconozcan, y acoger y dar trámite al proyecto de ley de sociedades de convivencia u otro que se le parezca, sería lo propio por parte del Congreso; así como estas demandas debería realizarlas la sociedad en su conjunto.

Ninguno de los argumentos en contra se sostiene si la vara para medir que utilizamos es lo que de humano haya en la raza humana; algunos son de una ingenuidad injustificable, otros de una perversidad imperdonable; todos, se apoltronan en la evasión de la realidad social del país y del mundo mundial.

Eduardo Valverde F.

Junio 2010

4 comentarios:

C.A. Fallas dijo...

Bueno viejo, y eso que estás dejando el manoseo legal de la convovatoria, cosas como que debe envier el TSE a referendum y qué no, solo lo sabe dios, y por lo general no habla mucho. Otra es que para que sera vinculante debe tener el 30% del padrón, que no es muy fácil, a no ser que casualmente lo hagás el mismo día de las elecciones de alcalde. Esto hay que pararlo.

Alexánder Obando dijo...

¿Cómo es que un doctor en leyes, experto en
temas constitucionales, no sabe -o no admite- que un referendo sobre
derechos humanos es inaplicable aquí y en la Conchinchina? ¡Sí, claro, y María José Castillo es virgen y canta divino!

Anónimo dijo...

Excelente articulo, la verdad los derechos humanos son algo intocable, apesar de la controversia y polemica que causa el tema me parece que el respeto es lo que se debe mantener ante todo. Tal vez en una sociedad donde el consumismo de mucha gente se basa en Buy Viagra le restan importancia a temas importantes como este.

Archie Pavia dijo...

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