viernes, 22 de mayo de 2009

Esos molestos piratas de Somalia


Quizás no son como los díscolos tripulantes que Gilles Lapouge describe. Tampoco son pilotos de negros bergantines y dudo mucho que algún sucedáneo de Salgari les consigne si quiera un austero parrafito. Sin embargo también son piratas. Por supuesto, ninguna francesita rebelde poblaría sus fantasías sexuales con la figura de Abduhl Wal-i-MusiLos, un muchachito somalí de 15 años cuyo mérito reside en haber sido juzgado por un Tribunal Penal de New York. Él es el único sobreviviente del rescate del capitán de un carguero estadounidense secuestrado recientemente frente a las costas de Somalia. Es un pirata. Un pirata somalí. Los países industrializados producen un 90% de los desechos altamente peligrosos del mundo. Actualmente existen una gran cantidad de empresas dedicadas al business of dumping of hazardous waste. Sin duda alguno debe ser un negocio lucrativo. Pero como podrá imaginarse ni los noruegos ni los suecos ni los gringos ni los ingleses ni los italianos estarían dispuestos a permitir que sus paradisiacas costas o campiñas sean utilizadas como receptáculos de uranio o plutonio. Según estimaciones de la ONU deshacerse de una tonelada de basura en Europa representa un costo de más de $250. No obstante, en África esa suma es de tan solo $2.50. Durante la Guerra Civil muchos países depositaron sus deshechos en Somalia. Las razones eran claras: escasas regulaciones ambientales, inestabilidad política, "idoneidad" de espacios y un largo etc. El Tsunami del 2004 puso en evidencia una situación verdaderamente dramática. Una gran cantidad de desehechos nucleares fue expulsada hasta las playas alrrededor de North Hobyo, lo cual evidenciaba que era una práctica generalizada deshacerse de la basura en esa región. Como si se tratara de ominosos mensajes capturados dentro de "botellas" industriales. Tal como ha puntualizado el periodista británico Johann Hari muchos de los piratas somalíes resultaron ser una suerte de guardacostas informales. Por si fuera poco, aunado a esto, se pudo comprobar que flotillas de pesqueros norteamericanos se han dado a la labor de saquear los recursos pesqueros de esta zona, dando al traste con los ya de por sí precarios medios de susbsitencia de los pobladores. De tal suerte, cabe figurarse entonces una indómita leyenda sandokaniana venida a menos. Una mitología pobre de piratas sin loros ni canciones ni tatuajes amorosos. O acaso una evocacón infantil de un galeón atómico poblado de negros famélicos.

3 comentarios:

C.A. Fallas dijo...

Al final deja una impresión como de piratas posmodernos, mentre la basura y la voracidad de las naciones desarrolladas.

Marga dijo...

"Según la revista Foreign Policy, Somalia es el lugar más peligroso de todos. Pero, ¿quiénes son los piratas? ¿Los muertos de hambre que asaltan barcos o los especuladores de Wall Street, que llevan años asaltando el mundo y ahora reciben multimillonarias recompensas por sus afanes?"Eduardo Galeano

C.A. Fallas dijo...

Marga: el problema con ese punto de vista es que si hay uno más malo que otro entonces , como todos somos malos mejor no hacer nada.